Al margen de la crisis de­ri­vada de la pan­demia del co­vi­d-19, el mundo de la in­ver­sión se en­cuentra en pleno pro­ceso de trans­for­ma­ción en todo el mundo. Un cambio donde las in­ver­siones sos­te­ni­bles se están con­vir­tiendo en un com­po­nente fun­da­men­tal, des­ti­nado a ver­te­brar la oferta de ins­tru­mentos y a guiar el com­por­ta­miento de las en­ti­dades fi­nan­cie­ras, in­ver­sores y em­presas de ma­nera in­me­diata y ren­ta­ble. Sobre todo en cuanto a sus efectos bur­sá­ti­les.

Invertir en compañías alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es una tendencia llegada no solo para quedarse sino para liderar las estrategias de cartera. Al respecto, los analistas apuntan a que las finanzas verdes han pasado de ser un nicho donde encontrar oportunidades de futuro a un eje central en la industria de gestión de activos.

Invertir en proyectos sostenibles se ha convertido en los últimos años en un ‘win-win’ tanto para el inversor como para la empresa o el emisor. Las grandes gestoras de activos y empresas vinculadas al sector son conscientes de que cada vez más clientes desean que el destino de su dinero se encuentre alineado con esta nueva visión del mundo.

Ya no solo se trata de financiar proyectos capaces de generar empleo y riquezas, ahora se buscan nuevos propósitos como la contribución al medio ambiente para la mejora del planeta que sirva para asegurar un mundo mejor para las siguientes generaciones, pero sin perder de vista en ningún momento la rentabilidad.

La oferta de productos ecoamigables, destinados a combatir el cambio climático e impulsar la transición hacia un modelo energético compatible con la reducción de gases contaminantes, ha crecido notoriamente en la última década, permitiendo levantar ingentes cantidades de capital para fines sostenibles. De este modo, la inversión orientada a fomentar los ODS ya no solo encuentra compañías vanguardistas y con tremendo potencial de crecimiento, sino también empresas con retornos atractivos.

Afortunadamente, la industria financiera se está adaptando rápidamente con el fin de facilitar soluciones para el acceso de los inversores hacia este tipo de activos, impulsar la economía circular y la promover el crecimiento sostenible, obteniendo al mismo tiempo un alto rendimiento.